May El Khalil solía correr por las montañas que rodean su pequeño pueblo natal, Aley, en Líbano. Desde joven experimentó los beneficios del running y presintió que trascendían la frontera de lo saludable. Correr significaba mucho más.  Aunque eso no lo supo hasta después de sufrir el accidente que marcaría su vida. Mientras entrenaba para correr un maratón, un autobús la atropelló. Pasaron 2 años hasta que se recuperó por completo, pero jamás podría volver a correr.
«Cuando los médicos me dieron la noticia me sentí muy decepcionada. Decidí que tenía que transformar toda esa negatividad en algo constructivo y se me ocurrió que, si bien yo no correría nunca más, podía ayudar a los demás a practicar este deporte que tanto me gusta. Así nació el maratón de Beirut»
Crear un evento deportivo a gran escala en un país pequeño como el Líbano, que  entonces se estaba recuperando  de una guerra civil devastadora, presentó obstáculos difíciles de superar. Pero May no se rindió. Sabía que el running era la respuesta.
«El deporte es un instrumento muy poderoso porque puede cambiar la mentalidad de un individuo para bien. Si valores como la disciplina, la competencia leal, la perseverancia, la paciencia y la esperanza se transmiten al día a día de una persona y esta los contagia al resto de la sociedad, la gran mayoría de nuestros problemas desaparecerán»

La historia completa, y muchas más, la encontrarás en el libro 42,195. ¡Resérvalo ya!

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