Por alguna razón inexplicable, el running consigue hacernos sentir bien con nosotros mismos. ¿Alguna vez os ha pasado? Al acabar un largo y agotador entreno, todavía sudorosos y con la respiración agitada, no habéis pensado... ¡soy un campeón! ¡soy una campeona!
La vida de Amit Vats, el protagonista del capítulo 9 del #libro42195, nunca fue un camino de rosas. Padece sobrepeso y, cuando era pequeño, esta enfermedad fue uno de sus mayores obstáculos. Apenas podía jugar con los otros niños. En vez de lamentarse de su situación, Amit se calzó las zapatillas y empezó a correr.
«El running es un deporte que acabas amando porque, por encima de todo, te enseña a amarte a ti mismo»
En su primer maratón, Amit pesaba 108 kilos. Nos cuenta que todos los corredores le miraban con los ojos como platos, sorprendidos de que consiguiera dar una zancada tras otra sin parar.
«Siempre he pensado que da igual lo rápido que seas o lo bien que se te de correr, lo único que importa es que ames este deporte y sepas aprovechar todos los beneficios que te aporta»